La carencia de MAGNESIO provoca en el tomate un amarilleamiento internervial que pasa posteriormente a un color marrón, pudiéndose secar la hoja afectada que se cae, o bien se queda colgando pero marchita.
Los efectos se producen de abajo hacia arriba, quedando a veces verdes solamente las hojas nuevas de la parte superior.
La falta de MAGNESIO afecta tanto al tamaño como a la calidad del fruto, retrasando su maduración.
La incorporación del Sulfato de Magnesio, al iniciarse la enfermedad, la detiene, logrando preservar asi las nuevas hojas. Sin embargo, lo mejor es echar el Sulfato de Magnesio antes de que se noten los síntomas carenciales.
El SULFATO DE MAGNESIO es indispensable cuando se riega con aguas salitrosas, con alto contenido en cloruro.
Es muy importante la aportación en los cultivos de espinacas y alcachofas.
DOSIS. – Echar de 300-500 Kg./Ha. antes de la plantación, o bien un tercio antes de plantar y el resto en dos veces durante el cultivo.
En la lechuga y el guisante, reducir el abonado a la mitad